El nivel de discrecionalidad con que se maneja el Gobierno se vio este año en el uso de la publicidad oficial como una de las principales herramientas de la campaña electoral, para beneficiar a los medios kirchneristas y perjudicar a los críticos. Por ejemplo, Página 12 y Tiempo Argentino recibieron $ 24 millones y $ 20,3 millones, respectivamente, entre enero y julio de 2011; frente a $ 1,7 millón y $ 1 millón que se destinó a Clarín y La Nación, en ese mismo período, a partir de un relevamiento de la consultora Monitor de Medios Publicitarios. Eso muestra que el Gobierno pagó más de lo que puso cada lector, al subsidiar con $ 7 cada ejemplar de Página 12 y Tiempo Argentino ; mientras que Clarín y La Nación tuvieron $0,03 de avisos del Gobierno por cada ejemplar comprado por sus lectores.
Poder Ciudadano no sólo analizó el gasto publicitario del Gobierno nacional, sino que también la evolución de la publicidad del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que entre 2008 y 2010 se incrementó un 60%, para representar el 1% del total publicitario, con $ 194 millones en pauta oficial.
De acuerdo con el informe de Poder Ciudadano, la gestión de Mauricio Macridestinó el año pasado el 0,8 % del gasto presupuestario de la Capital Federal a la publicidad oficial , frente al 0,37% que destinó la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
El presidente de Poder Ciudadano, Hernán Charosky, explicó que ambos gobiernos tienen en común “el criterio de la discrecionalidad, ya que aumentan sus gastos en pauta oficial sin dar ningún tipo de explicación, como si no tuvieran costo político. Lo más grave es que nadie pierde un voto por esto”, concluyó.
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