No los dejaban entrar al acto. Scioli pidió separar a los policías involucrados.
En La Plata se juró por Dios, la Patria y los
Santos Evangelios. En los palcos no se agitaron banderas de La Cámpora. Tampoco
hubo cánticos contra los gorilas o los medios ni sobre soldados dispuestos a
liberar la Patria. A los jóvenes con camisetas naranjas les alcanzaba con
consignas más simples como el “Olé, olé, olé, olé/Daniel, Daniel” o “Scioli,
querido, los pibes están contigo”. Un par de veces irrumpió un vozarrón desde
lo alto del recinto al grito de: “Yo creo en vos, Daniel”, evocando el eslogan
de la campaña electoral.
Norberto Yauhar fue el único ministro del
gabinete nacional en la platea, en la que también se vio a Lito Cruz, Nora
Cárpena, Alejandro Dolina, Pacho O’Donnell y los legisladores bonaerenses
Julián Domínguez, Carlos Kunkel, Dulce Granados y Mario Oporto. Un grupo chiquito
cantó por el vice: “Mariotto te saludan los soldados de Perón”.
Daniel Scioli no improvisa. Leyó ante la
Asamblea Legislativa bonaerense las 18 carillas que había terminado de elaborar
la noche anterior junto a su jefe de gabinete, Alberto Pérez, y que había
impreso en papel naranja.
Durante esos 50 minutos, la única referencia
crítica fue para los capitales especulativos que forjaron la crisis
internacional. Utilizó un juego de palabras: “La explosión de la burbuja
financiera internacional deja una poderosa lección: el trabajo crea dignidad,
mientras que la especulación, indignados”.
A pesar de las críticas permanentes del
kirchnerismo a su política de seguridad, el gobernador desplegó números para
reivindicarla . Mencionó, por ejemplo, el “récord histórico de incautación de
estupefacientes y el secuestro y destrucción de más de 100 mil armas”. Y
agregó: “Queremos que la Policía esté más cerca aún para acorralar el delito.
Por eso trabajamos para contar con efectivos que conozcan el territorio y que
sean conocidos por los vecinos”.
Para entonces, en los pasillos de la
Legislatura, la Bonaerense ya había protagonizado una refriega que dejó tres
militantes de La Cámpora heridos. Medio
centenar de militantes de la Juventud Peronista de Buenos Aires --alineados con
el diputado José Ottavis (La Cámpora)-- fueron reprimidos por la Policía en la
escalera de acceso a los palcos de la Legislatura ocupados desde temprano por
la barra sciolista. Los bastonazos provocaron lesiones y traumatismos a tres personas.
El alboroto determinó que Ottavis,
vicepresidente de la Cámara de Diputados, se levantara de su banca para frenar
las agresiones en los pasillos, mientras continuaba el mensaje del gobernador.
Para entonces, el enfrentamiento adquiría densidad política. A la media hora,
Scioli ordenaba la desafectación “del personal policial y el subcomisario a
cargo de los efectivos”.
En aquel
momento, ya recibía las primeras señales de discordia. Por twit, el diputado
Fernando “Chino” Navarro (Agrupación Evita) reflexionaba: “¡Cómo debutó la
Bonaerense en el segundo mandato de Daniel Scioli!. Reprimieron a compañeros de
La Cámpora. Hay que desafectar a los responsables”.
Estos fueron
los hechos: el grupo de la JP intentó avanzar a la segunda bandeja de la Cámara
de Diputados donde sesionaba la Asamblea Legislativa. Era una concurrencia
desmedida para el espacio asignado en los palcos. Resultado, los agentes
intentaron disuadir y ante la insistencia repelieron a palos.
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