martes, 13 de diciembre de 2011

La Cámpora y tres heridos


No los dejaban entrar al acto. Scioli pidió separar a los policías involucrados.




 En La Plata se juró por Dios, la Patria y los Santos Evangelios. En los palcos no se agitaron banderas de La Cámpora. Tampoco hubo cánticos contra los gorilas o los medios ni sobre soldados dispuestos a liberar la Patria. A los jóvenes con camisetas naranjas les alcanzaba con consignas más simples como el “Olé, olé, olé, olé/Daniel, Daniel” o “Scioli, querido, los pibes están contigo”. Un par de veces irrumpió un vozarrón desde lo alto del recinto al grito de: “Yo creo en vos, Daniel”, evocando el eslogan de la campaña electoral.
 Norberto Yauhar fue el único ministro del gabinete nacional en la platea, en la que también se vio a Lito Cruz, Nora Cárpena, Alejandro Dolina, Pacho O’Donnell y los legisladores bonaerenses Julián Domínguez, Carlos Kunkel, Dulce Granados y Mario Oporto. Un grupo chiquito cantó por el vice: “Mariotto te saludan los soldados de Perón”.

 Daniel Scioli no improvisa. Leyó ante la Asamblea Legislativa bonaerense las 18 carillas que había terminado de elaborar la noche anterior junto a su jefe de gabinete, Alberto Pérez, y que había impreso en papel naranja.
 Durante esos 50 minutos, la única referencia crítica fue para los capitales especulativos que forjaron la crisis internacional. Utilizó un juego de palabras: “La explosión de la burbuja financiera internacional deja una poderosa lección: el trabajo crea dignidad, mientras que la especulación, indignados”.
 A pesar de las críticas permanentes del kirchnerismo a su política de seguridad, el gobernador desplegó números para reivindicarla . Mencionó, por ejemplo, el “récord histórico de incautación de estupefacientes y el secuestro y destrucción de más de 100 mil armas”. Y agregó: “Queremos que la Policía esté más cerca aún para acorralar el delito. Por eso trabajamos para contar con efectivos que conozcan el territorio y que sean conocidos por los vecinos”.

 Para entonces, en los pasillos de la Legislatura, la Bonaerense ya había protagonizado una refriega que dejó tres militantes de La Cámpora heridos.  Medio centenar de militantes de la Juventud Peronista de Buenos Aires --alineados con el diputado José Ottavis (La Cámpora)-- fueron reprimidos por la Policía en la escalera de acceso a los palcos de la Legislatura ocupados desde temprano por la barra sciolista. Los bastonazos provocaron lesiones y traumatismos a tres personas.
 El alboroto determinó que Ottavis, vicepresidente de la Cámara de Diputados, se levantara de su banca para frenar las agresiones en los pasillos, mientras continuaba el mensaje del gobernador. Para entonces, el enfrentamiento adquiría densidad política. A la media hora, Scioli ordenaba la desafectación “del personal policial y el subcomisario a cargo de los efectivos”.

En aquel momento, ya recibía las primeras señales de discordia. Por twit, el diputado Fernando “Chino” Navarro (Agrupación Evita) reflexionaba: “¡Cómo debutó la Bonaerense en el segundo mandato de Daniel Scioli!. Reprimieron a compañeros de La Cámpora. Hay que desafectar a los responsables”.

Estos fueron los hechos: el grupo de la JP intentó avanzar a la segunda bandeja de la Cámara de Diputados donde sesionaba la Asamblea Legislativa. Era una concurrencia desmedida para el espacio asignado en los palcos. Resultado, los agentes intentaron disuadir y ante la insistencia repelieron a palos.

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